martes, 5 de febrero de 2008

EL DOLOROSO Y PLACENTERO ARTE DE PUBLICAR

(Ser o no ser citado, ahí esta es la cuestión)


Ahhh.. .Shakespeare. Cuan genial fueron esas palabras en su obra “Hamlet” y cuanta aplicabilidad se le ha encontrado a tan profundas e introspectivas palabras… “ser o no ser”.

Cuando uno trabaja en el campo de las ciencias, pasa mucho tiempo diseñando un proyecto, colectando datos, analizándolos para obtener resultados, conclusiones y finalmente discutir los alcances del estudio en si y sus repercusiones en el mundo de la ciencia. Todo ese esfuerzo no tiene sentido si esos datos no ven la luz.

Hay una frase famosa en esta profesión: “Publish or perish”. En buen cristiano eso quiere decir “Publica o perece”. En mi buen español esto quiere decir “Apúrate antes de que te ganen”. Y es verdad. Piénsenlo: Con tantos millones de almas sueltas por ahí, Uds. creen que a alguien no se le ocurrió ya lo que yo pensé como el estudio mas revolucionario de la historia de la biologia de las tortugas?…Por Dios! Obvio que si. Y seguro que mejor diseñado (y con una tamaño de muestra mayor…)

Este es el escenario con el que uno convive día a día, torturándose pensando: ¿lo estarán haciendo?, ¿quien lo estará haciendo?, ¿ya tendrá el manuscrito listo?, ¿lo habrá sometido?, ¿lo habrán rechazado?… ¡Oh no!, ¿¡esta en el internet ya!? ¿Y ahora yo? Pues me JOROBE reverendamente y mas vale que le de un giro a mi trabajo porque esto no me lo publica ni el boletín dominical de la Iglesia de mi barrio. Así de sencillo y así de terrible también.

Este post viene a raíz de un articulo que publique recientemente y que representa tres años de trabajo mientras estudie la Maestría. Toda la parte de campo y laboratorio fue una fiesta. Colectar las muestras fue súper divertido y un real reto. Procesar las muestras fue relativamente fácil y analizarlas fue un poco tedioso pero nada terrible. Sin embargo plasmar con palabras los días y noches de campo y de computadora fue una total pesadilla. Y se debió a unos cuantos detalles, tanto técnicos como inherentes a mi personalidad:

  1. ¡Tenia que ser en INGLES! No soy capaz de expresarme coherentemente en mi propio idioma y tengo que hacerlo en otro????
  2. Tenia que organizar mis ideas. A ver, a ver…organizar mis ideas. Imagínense Uds. uno de esos juegos en lo que se ponen las fichas de domino todas paraditas y entonces botas una y todas se van cayendo una a una. Lo pueden visualizar? Ok, así vienen las ideas a mi mente. Empiezan con una idea y luego una cascada de ideas se agolpan tratando de salir, empujándose las unas a las otras pero no necesariamente en el orden en que debiesen.
  3. Tenia que explicar en detalle. Ok, en la escuela, durante los exámenes para “desarrollar” decían: “Usen las hojas en blanco para que puedan explayarse”. Yo solía usar el 50% de las líneas de la parte cortita del examen para contestar. Muy explicita pues, así evitaba que empezasen a caerse las piezas de mi domino mental.
A todo esto hay que sumarle que mi asesor de tesis era (y es) una maquina de escribir viviente, con una prosa coherente y convincente y que además escribe en su idioma natal que es, obviamente, ingles!

¿Se imaginan las agruras que le deben haber causado mis primeros borradores?. Ya tenia yo que ir pensando en pegarle una pastillita de Tums a cada versión del manuscrito con la nota aclaratoria: “Comer antes de leer”.

No más para que tengan una idea de cuan doloroso fue este proceso recuerden este número: 17.
17 VERSIONES de manuscrito antes de que quedara “mas o menos decente” y listo para someter a la casa editorial.
17 pastillas de Tums.
17 las veces en las que me envió de regreso la versión con correcciones y signos de interrogación diciendo: ¿Qué exactamente querías decir aquí? o mejor ¡Enfócate, no pierdas el hilo de la historia! …
¡Hazme el favor!, ¿el hilo de la historia? Después de la 5 versión ya no tenia idea que historia estaba contando. Ya no estaba segura ni siquiera de mis datos. Todo era confuso, desolador…

…hasta que lo aceptaron! Hurra!, Yehh!, Yipi!! Creo que nunca he celebrado tanto como la vez que me entere que lo aceptaron. Además hubo varios paso de celebración: Cuando lo sometí, cuando lo aceptaron, cuando envié los cambios sugeridos, cuando me enviaron el “proof”, cuando estuvo “en línea”, cuando le asignaron paginas y numero de volumen, cuando lo vea impreso (poco falta).

Esta es mi primera publicación donde soy la autora principal. Es el fin de un largo proceso y el devenir natural de todo estudio científico. Hay una inmensa satisfacción pero también la certeza de que este ha sido un primer paso.

Una gratificación extra será que alguien cite mi trabajo algún día. De alli el “ser o no ser citado. Eso querrá decir que no solo yo y mi grupo de colaboradores tiene la certeza de que todo este esfuerzo sirvió para algo…Pero esos son otros veinte pesos (como dirían en la Isla del Encanto).

Una idea de lo competitivo de esta actividad: Hay mas de 100 (seguro que si) de revistas científicas solamente en mi campo. Cada una se publica sea semanal, quincenal, mensual, trimestral o anual. Cada una tiene un promedio de 10-15 artículos por número. No soy más que un grano de arena en una playa de 20 Km. de longitud. Aun así, este granito se resiste a perecer y quiere convertirse en un agregado y quizás con el tiempo en una piedrita. Hay por ahí, rocas grandes…muy grandes, pero no se si quiero convertirme en una de ellas algún día.

Para los que estamos en esta profesión les digo que no se rindan y que empiecen a escribir. Claro esta, no busquen escribir un blog como yo. Es la perfecta forma de perder tiempo valioso que podría ser usado en escribir ese famoso “párrafo del día”.

Uds. saben a lo que me refiero.


cartoon from Nick D. Kim (http://sci.waikato.ac.nz/staff/chemres/ndkim)

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