miércoles, 18 de junio de 2008

Encuentros del tercer tipo con la Micología



Uy, estos días ando realmente a paso de tortuga.
Debe ser el crudo invierno, si, debe ser eso.

Estos días me encuentran a 13 grados latitud sur con un frío durísimo, una humedad champignonesca, una falta de luz que pide suplemento de vitamina D y un encierro que me hacen parecer como si la que escribiese fuese un hongo en su hábitat y no una bióloga de campo.

En fin, son etapas.

Luego de una reconciliación tan abrupta con la profesión no todo puede ser color de rosa (puchica, que feo color!) pero tampoco para ser color gris limeño.

Por estos días me aboco a la tarea de escribir, escribir y escribir.

¿Y que mas? escribir, escribir, escribir.


¿Y alguna otra cosa? Ah si, olvidaba, ESCRIBIR también.


No debo olvidar que tengo un blog, que tiene un fin y este es uno de ellos: comunicar. Así que me tomo un minuto libre de escribir para (¡ups! otra vez) escribir mi blog.

Mmmmm... ¿Sera que hay otras actividades allá afuera???

Paro aquí. ¿Quien dijo que los hongos escribían?

(para no sentirme mas sola que un hongo, aqui dejo otros compa
ñeros para que me acompañen)